MONDARRAIN

Sleeping in a tent at the top of the Basque Country

Como la mayor parte de las montañas vascas, hay varias rutas posibles hasta la cumbre de Mondarrain, que culmina a 749 metros. Si sales del pueblo de Ainhnoa, empezarás la ruta en la capilla de Aubépine, que cuenta con un calvario en un antiguo cementerio vasco y que reconoceréis por sus estelas discoidales tradicionales.
Hasta la cumbre se tarda 2h30. Dejarás atrás 4 puertos, en una sucesión de subidas y bajadas, con un desnivel de 361 metros. El penúltimo puerto, el Gainekoborda destaca por sus apriscos diseminados aquí y allá. Cada pico ofrece una perspectiva diferente de las montañas circundantes. En la cumbre, la panorámica de la costa vasca es inmejorable: Larrún al oeste, Atxuria y Alcurrunz al suroeste, Gorramendi al sur, Artzamendi al sureste y el famoso Pas de Roland al noreste. Con cielo despejado, verás incluso el Pic du Midi de Bigorre (2872 m), a pesar de encontrarse a 134 km de distancia. Gracias a esta visión de 360º podrás hacerte una idea de las cumbres que conquistarás después del Mondarrain.
Si te gusta la escalada, las paredes de cuarcita son perfectas. Especialmente porque, desde hace unos años, se han acondicionado vías de escalada de 20 a 60 metros.
La cumbre del Mondarrain se distingue fácilmente: está rodeada por rocas de gran tamaño y antiguos restos de fortificaciones, sin duda romanas.
A la vuelta, toma el mismo camino que a la ida, tardarás 1h45.

Este pico, que destaca entre todos los demás, es un emblema de la región, fácilmente identificable desde cualquier punto. La subida a esta montaña alterna tramos por el bosque, prados y zonas pedregosas. Y, gracias al tren de cremallera que llega hasta la cima, los más pequeños también podrán disfrutar de estos fantásticos paisajes.

Sola es la más pequeña de las 7 provincias vascas, pero no por ello menos hermosa. En un mismo día puedes visitar estos dos sitios, a 35 minutos en coche de distancia. Se trata de dos rutas fuera de lo común: un cañón profuso en vegetación muy divertido y ¡una puente colgante a 140 metros sobre el vacío!

Tanto en verano como en invierno, Irati te maravillará. Este gigantesco hayedo está acondicionado para el esquí de fondo y las excursiones en raqueta. Ideal para hacer rutas y descubrir la fauna y la flora locales. Retírate a una de sus cabañas de cuento para desconectar en la montaña.