SAN-jUan-pie-de-pUERTO/ GARAZI

Saint Jean pied de Port in the Basque Country

Para entrar en el pueblo tendrás que pasar bajo la Puerta de Santiago, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las murallas medievales y la ciudadela son un legado de la historia militar de este pueblo, que es uno de los «Plus Beaux Villages de France”. Su calle principal empedrada te transportará a otro tiempo. Caminando entre casas del siglo XVI y XVII, enseguida verás que estás en una de las principales etapas del Camino de Santiago; en concreto, la última antes de llegar a España —hay conchas por doquier, en el suelo, en los hitos, en los dinteles de las casas… ¡y quizás también en tu mochila! Entre lugareños y peregrinos, el lugar desprende una atmósfera particular que te hace sentir como en otro mundo. La Prisión de los Obispos (Prison des Évêques), que de prisión solo tiene el nombre, alberga una exposición sobre el Camino de Santiago en la Edad Media.

Dirígete al camino de ronda para contemplar la parte trasera de las casas y sus adorables jardines inclinados, con huertos y flores ornamentales.
Las vistas desde la ciudadela son impresionantes, ofreciendo una panorámica de todo el valle de Santiago, con sus pueblos y montañas y el viñedo de Irouléguy. Una atalaya magnífica para observar estos paisajes en toda su plenitud.

La iglesia Notre-Dame-du-Bout-du-Pont destaca por su arquitectura gótica. A dos pasos de allí, se encuentra el Puente Viejo (Vieux Pont), donde podrás contemplar las bonitas mansiones de flores que se erigen sobre el río Nive. Con un poco de suerte, verás algunas truchas saltar.

Es fácil enamorarse de este entrañable pueblo florido, pues por algo es uno de los «Plus Beaux Villages de France». Su arquitectura es la típica del País Vasco: fachadas blancas con entramado de madera rojo. Sus habitantes te acogerán con espontaneidad. No te pierdas las estelas discoidales diseminadas en el cementerio: son algo característico de la región.

Este es otro de los «Plus Beaux Villages de France» y, como tal, tiene todo lo necesario para una visita memorable. Esta antigua bastida, como su nombre indica, alberga varios talleres de artesanos, un lavadero y el juego de palma más antiguo de Francia aún en funcionamiento, así como una iglesia rodeada por un claustro con losas funerarias en el suelo.

En Sara se vive al estilo vasco 100 %. Como uno de los «Plus Beaux Villages de France», sus encantos son muchos, incluyendo su ambiente relajado y su alegría. Si vienes en septiembre, podrás asistir a las fiestas del pueblo con todas las tradiciones vascas: gastronomía, danza, pelota, canto…