El spot de la Côte des Basques es mítico. Es el lugar donde se originó el surf francés en 1956. Peter Viertel fue el primero en deslizarse por los tubos formados por el Océano Atlántico. También hizo mucho por democratizar este deporte en Francia. Biarritz se convirtió así en una referencia del surf en toda Europa.
Y es que la playa goza de un entorno excepcional. Al norte se eleva majestuosamente la famosa Villa Belza que parece literalmente emerger del acantilado. Al sur se extiende la costa española. Y a lo lejos, las montañas serán el telón de fondo de una experiencia inolvidable.

Con marea baja, este spot es perfecto si se es principiante. Con marea alta requiere un poco más de técnica y está recomendado para surfistas curtidos. Las olas rompen contra las rocas y la playa queda completamente cubierta. La subida de la marea puede ser peligrosa, mejor evitarla. Este beach break evoluciona continuamente, dado que los bancos de arena se desplazan frecuentemente. Resulta especialmente idóneo para longboard.
Y el camino hasta allí es tan atípico como encantador. Desde el parking de la cornisa, hay que tomar unas escaleras en zigzag, bautizadas como «los 100 peldaños», hasta llegar al spot. En temporada alta, hay servicio de autobús.
Después de surfear, puedes tomar algo en el Bar de la Côte, un antiguo balneario estilo Art déco con una pérgola con vistas al mar.

Esta playa fue elegida «Playa más bonita de Francia» por Tripadvisor en 2017.